
Club Rotario
San Andrés Islas
Uniendo líderes para generar un cambio positivo y duradero en nuestra comunidad y en el mundo.
Somos Gente de Acción


En los últimos años, el Club Rotario de San Andrés ha enfrentado grandes retos y desafíos. Con compromiso y solidaridad, ha sido parte activa de equipos, proyectos, mesas de trabajo, propuestas y gestiones lideradas desde la sociedad civil para restablecer las condiciones de vida de la comunidad de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Uno de los mayores desafíos, fue asumir la atención urgente de ayudas tras el paso devastador de los huracanes Eta e Iota y la pandemia del COVID-19.
Tras el paso del huracán Iota, el Club Rotario fue la primera organización en llegar a Providencia con 70 toneladas de ayuda humanitaria, gestionadas gracias al apoyo de empresarios y organizaciones locales. Durante los primeros meses de emergencia, junto a la Fundación Rotaria, se logró captar más de 500 toneladas de ayuda humanitaria en alimentos, agua, ropa, medicamentos, carpas, materiales de bioseguridad, sábanas, entre otros, gracias a la gestión de nuestros clubes hermanos de los Distritos 4271 y 4281 y a la solidaridad de entidades privadas. Instalamos tres carpas tipo campaña que funcionaron como centros de acopio permanentes para Rotary y otras organizaciones. Así como para albergues de algunas familias. También fuimos parte de la creación de la alianza Back Better Together. Desde ese primer encuentro con la magnitud del desastre, comenzó una labor incansable para apoyar la recuperación de nuestra hermana isla. Gestionamos una planta potabilizadora de agua para abastecer a los habitantes de Providencia y en alianza con la Fundación ProArchipiélago, construimos un centro comunitario para proteger a la población ante futuros fenómenos naturales.
Desde 2014, el Club Rotario San Andrés viene apoyando a la Fundación Mauricio Alejandro Vélez, una organización dedicada a brindar atención integral a personas en condición de discapacidad. Nuestra labor surge ante la necesidad urgente de madres que, mientras trabajan, requerían espacios seguros y educativos para sus hijos, así como un transporte adecuado para llevarlos a sus terapias. En respuesta a ello y ante la inexistencia en la isla de un vehículo digno y especial para el transporte de este tipo de población, hemos donado en dos ocasiones dos vehículos adaptados que permiten el ingreso de la persona con su silla de ruedas y un acompañante, ofreciendo un medio de transporte seguro y confiable.
Estas son solo algunas de las innumerables obras que hemos realizado. Hoy, más que nunca, necesitamos tu ayuda para seguir transformando vidas. Tu donación puede marcar la diferencia. Únete a nuestras causas y sé parte del cambio.








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